PISTO MANCHEGO

 


El pisto es una elaboración de orígenes humildes con la que los trabajadores del campo se alimentaban aprovechando las verduras de temporada. En casa siempre lo hemos preparado con cebolla, pimiento, calabacín y tomates. Sin embargo, hay muchas variantes con ajo, berenjena, calabaza… Pero todas ellas giran sobre una misma base de tomate y pimiento verde.  Me gusta pochar los pimientos, cebolla y calabacín, por un lado, y hacer el tomate frito por otro, para después mezclarlo todo.

Haciendo un poco de historia, el origen del pisto proviene de los árabes (un guisado de calabaza, tomates y pimientos), que en el siglo XVII significaba jugo de carnes de ave.
Se trata de un plato muy popular, de cuyo agradabilísimo sabor certifico para regocijo de quienes, por mi recomendación, se “jarten”.

En opinión del doctor Marañón, “el pisto admite inacabables matices y es siempre ejemplar porque convierte en suculencia, a fuerza de gracia, una sucinta combinación de vegetales modestísimos”.

Ten en cuenta que el pisto es un guiso fácil de hacer; solo debes cortar los ingredientes elegidos y cocinarlos sin prisas. Así lo cuentan en esta tradicional receta:

"En clásica sartén, que no en la olla, pelados,
 sin semillas y cortados,
se fríen pimientos, algunas cebollas
y un calabacín maduro y carnoso;
pero todo ello no sería ortodoxo
, tales productos que has manipulado.
En labor paciente, antes no has picado.
Te harás de otra sartén para el tomate.
que freirás sin piel y troceado,
Y cuando veas que ha cogido el punto,
Pimientos y tomates ponlos juntos
y sin dejar la faena para luego
salpicaras de sal y a lento fuego,
déjalo media hora y el suculento pisto
para comer con pan, lo tienes listo,
y al gusto elegirás, como es corriente,
saborear en frío ó en caliente".

Aquí os dejo esta rica y sabrosa receta de Pisto manchego; se puede acompañar con unos huevos fritos,  un solomillo de cerdo a la plancha, utilizarlo como un relleno para  empanada o, simplemente, se puede comer solo con un buen pan.


RECETA DE PISTO MANCHEGO


INGREDIENTES
  • 1,5 kg de tomates maduros
  • 1 calabacín mediano
  • 1 cebolleta grande
  • 3 pimientos verdes
  • 1 pimiento rojo
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • 1 cucharadita de azúcar
PREPARACIÓN
  1. Pelamos y picamos la cebolla en trozos pequeños y la echamos a una cacerola con  5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Sofreímos a fuego medio-bajo.
  2. Lavamos los pimientos. Despepitemos y picamos en trozos pequeños. Los echamos en la cacerola junto con la cebolla para que se vayan pochando.
  3. Lavamos y picamos el calabacín, pelado o sin pelar, como más te guste. Lo añadimos a la cacerola y lo dejamos a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, durante tres cuartos de hora aproximadamente.
  4. Vamos a preparar el tomate frito en otra sartén. Lavamos, quitamos los pedúnculos y picamos el kilo y medio de tomates rojos maduros.  Los echamos en la sartén con un buen chorretón de aceite y los ponemos a fuego medio-alto,  dejando que se ablanden y suelten el agua unos veinte minutos aproximadamente. Salamos. Pasamos el tomate por un pasapurés a otra cacerola para eliminar las pieles y semillas. Llevamos otra vez a ebullición y lo dejamos freír a fuego medio-bajo, lentamente, hasta que reduzca, que es cuando está en su punto. Volvemos a probar de sal. Podemos echar una cucharadita de azúcar para quitar la acidez del tomate.
  5. Una vez que tengamos las verduras bien pochadas, incorporamos el tomate frito. Removemos bien todo y dejamos cocer otros diez minutos más, para que se mezclen bien todos los sabores.
  6. Para presentar, ponemos  el pisto en una cacerola de barro. Podemos degustarlo caliente o frío.
¡Buen provecho!





Comentarios

Entradas populares