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BUÑUELOS DE VIENTO DE LA ABUELA

  Para el Día de Todos los Santos preparé estos deliciosos buñuelos de pasta choux. La pasta choux es una masa típica francesa que se caracteriza por ser muy ligera. Aumenta su volumen durante la cocción, transformándose en una pasta ligera y crujiente, con un interior vacío ligeramente húmedo. Puede hornearse, consiguiendo unos deliciosos profiteroles, o freírse, transformándose en unos soberbios buñuelos. Se sirven calientes, rellenos de una fina crema pastelera. En mi blog podéis encontrar otras recetas de buñuelos como  los BUÑUELOS DE VIENTO CON MERMELADA DE FRAMBUESA,  BUÑUELOS DE VIENTO DE MANZANA o los BUÑUELOS DE VIENTO DE MI TÍA JULIA, todos ellos deliciosos.

CONEJO AL PEDRO XIMÉNEZ

 


La carne de conejo es ligera y muy digestiva, además de no ser cara. El conejo admite muchas formas de ser cocinado: al ajillo, con arroz, en escabeche o a la mostaza. En la receta que os dejo hoy, el conejo queda muy jugoso, sabroso y tierno, cocinado en una salsa clásica a base de un sofrito de hortalizas, jamón ibérico y vino de Montilla Moriles. Este es un vino oloroso, especial para cocinar, elaborado únicamente con uva Pedro Ximenez. Le da al guiso un sabor espectacular.
Este conejo lo he preparado en mi cocotte. Una cocotte es una cazuela fabulosa de hierro esmaltado colado, libre de tóxicos. Esta cacerola vale para todo tipo de fuegos, incluidos los de inducción, y además, se puede meter en el horno. Yo tengo cocina de gas, me gusta más cocinar en los fogones que en placa vitrocerámica o de inducción.
Una vez calentamos la cazuela, el hierro reparte el calor de forma fabulosa y uniforme, dándote la oportunidad de cocinar los guisos a fuego mínimo, haciéndose lentamente y en su jugo. Desde que la compré el pasado mes de noviembre, no he dejado de utilizarla. Aunque son caras, merece la pena tener una. Como aficionada a la cocina que soy, no sé cómo no la he tenido antes. Me compré hace años una batería de cocina Bra de aluminio fundido, y nada que ver con las cazuelas de hierro. Con deciros que he tenido que retirar de mi cocina la batería de aluminio porque se estaba desprendiendo el teflón, después de lo cara que me costó. Creo que merece la pena invertir en una cazuela de hierro esmaltado porque duran toda la vida. Cuanto más la uso, más ricos quedan los guisos. En ella puedes cocinar todo tipo de recetas, desde sopas y cremas a guisos, carnes, pescado, salsas, y preparar postres, desde flanes a mermeladas, y hacer pan o un bizcocho perfectamente horneado y esponjoso. ¡Estoy encantada con ella!

Esta receta es adaptable también a la liebre o al conejo silvestre, aumentando el tiempo de cocción al ser sus carnes más duras que la de los conejos de granja. 
¡Deseo que os guste!



RECETA DE CONEJO GUISADO AL PEDRO XIMENEZ


INGREDIENTES
  • 1 conejo limpio y troceado 
  • 1 cebolla morada
  • 1 puerro 
  • 1 zanahoria
  • 3 dientes de ajo
  • 1 vaso de vino Montilla Moriles
  • 150 g de jamón ibérico de bellota en lascas pequeñas
  • 1 cucharada de harina
  • Unas ramitas de tomillo.
  • 2 hojas de laurel
  • pimienta negra
  • sal
  • aceite de oliva virgen
ELABORACIÓN:
  1. Repasar el conejo de  grasillas sobrantes, reservando el hígado y los riñones.
  2. Pelar y picar la cebolla y el puerro en juliana. Pelar y cortar la zanahoria en trozos pequeños.
  3. Poner en la cocotte dos buenas cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Calentar al mínimo hasta que coja temperatura.  Una vez caliente el aceite, sofreír la cebolla, el puerro y la zanahoria, al mínimo, durante unos cinco minutos. 
  4. A continuación, añadir el conejo salpimentado junto con la asadura y los riñones y, sofreírlo bien con las hortalizas unos 15 minutos aproximadamente, hasta que haya evaporado el exceso de jugos que desprende el conejo. Remover con una espátula de silicona frecuentemente. Agrega el jamón  y sofríe. Añade la harina y mezcla bien con el conejo hasta que se sofría con el mismo.
  5. Agregar el vaso de vino, sacudir la cacerola y dejar que se evapore el alcohol. En el mortero, se majan los tres dientes de ajo, la sal, y el perejil hasta conseguir un majado uniforme. Diluir con agua y echar por encima del conejo. Remover el majado con el conejo.  Cubrir el conejo con agua (sin pasarse), unos dos vasos. Añadir las ramitas de tomillo y el laurel.
  6. Dejar cocer a fuego mínimo el tiempo suficiente para que el conejo esté tierno. Una hora y media aproximadamente. (Sabremos que está en su punto cuando al pincharlo con un tenedor la carne se desprenda fácilmente del hueso).
  7.      ¡Buen provecho!


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